La aventura comienza desde el viaje en avioneta, donde se aprecia la tierra perfectamente detallada desde arriba; la erosión de las montañas forman caminos en la tierra como ver enaguas gigantes, los diferentes tonos de verdes en los arboles, los colores cálidos en la tierra con los reflejos del sol. Cuando se vuela sobre la costa, el océano brilla con tonos fríos intensos, desde un azul rey en la profundidad del mar tornando turquesa al llegar a la orilla. Al estar arriba lejos de la multitud y conmoción se siente mucha paz, quietud, parecieran no existir límites.
Desde el momento en que la lancha se acerca poco a poco al muelle, se percibe un olor delicioso, el aroma de flores Ylang Ylang, pura naturaleza. El color del agua es diferente a lo que usualmente se aprecia en el Pacífico norte o incluso el Caribe, las tonalidades impactan intensamente ¡La tierra parece estar más viva!
Nos adentramos en el bosque por un caminito de piedras rodeado de flora impresionante, árboles gigantes con cientos de años. Caminando hacia la recepción, pasa una mariposa Morpho grande, como del tamaño de una mano, volando tranquilamente por el bosque; parecía un sueño.
Las habitaciones en su mayoría son de madera, construidas por los locales con materiales reciclados y árboles caídos, completamente abiertas al bosque. Llegué a mi habitación Tucán, asombrada me senté en la hamaca y mientras me mecía admiraba la naturaleza que rodeaba la habitación sin obstrucción; los sonidos: las olas suaves del mar, la brisa entre las hojas, los diferentes cantos de pájaros, los grillos, las ramas crujiendo mientras animales pasan cerca. ¿Para qué televisión si se tiene este espectáculo en vivo?
La comida deliciosa, orgánica y sana, la mayoría es sembrada y cosechada por el mismo personal del hotel, desde frutas como piña, banano, cas hasta hierbas como orégano, albahaca, menta en su jardín comestible. De verdad que se siente la limpieza y pureza mental y física en Nicuesa.
Algo de lo que personalmente estaba muy emocionada por conocer en Playa Nicuesa era la bioluminiscencia en el mar, por lo que al llegar la noche decidimos ir al muelle. El cielo estaba despejado y muy estrellado, al mover el agua los animalitos se encienden cada vez más, llegando al punto en que el mar parece estar reflejando el cielo en el agua repleto de estrellas. Millones de puntitos brillantes bailando en el agua; sin palabras.
Al día siguiente estaba sentada meditando en un kayak amarrado al muelle, veía como el cielo se distorsionada en el reflejo del agua, parecía pintura; levanto la mirada y a lo largo veo un delfín pasando, dos delfines nadando ¡tres delfines saltando! Me bajo del kayak y nado hacia al muelle para verlos mejor, pasa un cardumen de pececitos brincando sincronizados fuera del agua. Me apoyo en la primera grada y pasa un pez globo debajo mío, anaranjado dos veces el tamaño de mi cabeza. No lo podía creer.
Playa Nicuesa tiene algo muy especial que lo hace un lugar único y mágico difícil de explicar. Playa Nicuesa Rainforest Lodge es el paraíso en la Tierra.
“When one tugs at a single thing in nature, he finds it attached to the rest of the world.” – John Muir
Articulo por: Maria Laura Charles.